31 agosto 2013



No quiero hablar de cosas que nos pongan tristes, aunque todavía me hieren ahora es otra historia.
He jugado todas mis cartas, y tú también… ya no hay nada que decir, ya no quedan más ases para jugar.
El ganador se lo lleva todo, el perdedor se encoge ante la victoria, ese es su destino.
Estaba en tus brazos pensando que pertenecía a ellos, en sentido figurado construyéndome una valla.
Me refugiaba en mi hogar, pensando que sería fuerte allí, pero estaba loca jugando con esas reglas.
Los Dioses lanzarán los dados sus mentes, frías como el hielo y alguien aquí abajo va a perder a alguien querido.
El ganador se lo lleva todo el perdedor se ha derrumbado… es simple y está claro
¿Por qué debería quejarme?
Pero dime, ¿ella te besa como yo solía hacerlo? sientes lo mismo cuando ella dice tu nombre?
En tu interior debes saber que te hecho de menos

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